Casi un billón de euros al año: ese es el valor de los alimentos que se producen en todo el mundo pero no se consumen. Aproximadamente una quinta parte de esta enorme cantidad se desperdicia ya en la fase de procesamiento y producción. Aunque los fabricantes de alimentos tienen incentivos financieros y éticos para reducir el desperdicio, conciliar estos esfuerzos con las estrictas normativas de seguridad alimentaria es un desafío. Las tecnologías innovadoras pueden ser la solución: contribuyen a reducir el desperdicio de alimentos, aumentar las ganancias y mejorar la calidad y seguridad de los productos alimenticios industriales.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que el desperdicio de alimentos a nivel mundial alcanza casi 1,3 mil millones de toneladas al año. Aproximadamente un tercio de todos los alimentos se desechan, lo que resulta en un derroche de recursos naturales, mano de obra y capital. Además, los alimentos desperdiciados son una de las principales fuentes de emisiones de gases de efecto invernadero evitables.
El problema de los residuos alimentarios no se debe únicamente a un solo actor en la producción de alimentos. Ocurren en cada fase de la producción y el consumo, y la cantidad de residuos varía según la región. En las naciones industrializadas, los consumidores finales son responsables de la mayor parte del desperdicio de alimentos. En los países en desarrollo, la FAO identifica la falta de infraestructura entre agricultores, fabricantes y comerciantes como la principal causa del desperdicio alimentario.
Desperdicio de alimentos en Alemania por sectores en la cadena de valor – 2015
| Etapa en el ciclo de vida de la producción alimentaria | Desperdicio alimentario en millones de toneladas | Porcentaje de desperdicio alimentario |
| Agricultura | 1.36 | 12% |
| Procesamiento y fabricación de alimentos | 2.17 | 18% |
| Distribución y mercado | 0.49 | 4% |
| Servicio de alimentos (Catering) | 1.69 | 14% |
| Consumidor final | 6.14 | 52% |
En los países industrializados, casi una quinta parte de los alimentos se desperdicia durante la fabricación y producción. Esta situación impulsa el cambio: no solo en beneficio del medio ambiente, sino también desde una perspectiva financiera.
Las márgenes de ganancia disminuyen y la presión para aumentar la productividad sigue creciendo. Por lo tanto, implementar medidas para reducir el desperdicio de alimentos puede ser esencial para mantener la competitividad en un mercado en constante evolución.
Desperdicio alimentario: Causas en la producción de alimentos
Las causas del desperdicio industrial de alimentos son diversas. Algunas se pueden evitar, mientras que otras son prácticamente inevitables. En el tema del desperdicio alimentario, los procedimientos de trabajo ineficientes y la falta de capacitación del personal se destacan como principales culpables. Un estudio de la Universidad de Brunel en Londres y la Universidad de Gante reveló que aproximadamente el 11% de los desechos alimentarios se deben a errores humanos durante el proceso de producción. Sin embargo, también los cortes de energía imprevistos, desastres naturales o fallos en las instalaciones pueden causar pérdidas significativas de productos.
Paradójicamente, las regulaciones de seguridad alimentaria también son responsables del desperdicio en el proceso de producción. La premisa es clara: los productos contaminados o defectuosos deben ser evitados de manera confiable según los estándares de seguridad alimentaria vigentes a nivel mundial. Por ello, cada riesgo se maneja con rigor. En términos prácticos, esto significa que incluso la mínima posibilidad de contaminación lleva a la eliminación de todos los productos potencialmente afectados.
Las tecnologías modernas de seguridad alimentaria contribuyen a reducir el desperdicio de alimentos
Este enfoque de tolerancia cero es crucial para proteger a los consumidores de enfermedades y lesiones. Sin embargo, los sistemas de inspección no optimizados pueden resultar en una trazabilidad deficiente, retiradas de productos y la eliminación innecesaria de grandes cantidades de alimentos que no están contaminados.
La solución: Tecnologías optimizadas para la identificación precisa de contaminantes. Estas permiten cumplir con estrictos estándares de seguridad alimentaria mientras minimizan el desperdicio innecesario. A continuación, se explica cómo los sistemas de inspección optimizados contribuyen a este objetivo.
1. Detección temprana de productos contaminados
El control de productos al final de la línea es una parte esencial de cualquier planta de producción de alimentos. Siempre se debe asegurar que todos los productos empaquetados estén libres de contaminantes antes de continuar en la cadena de suministro. Sin embargo, depender únicamente de este control final tiene una desventaja crucial: se desperdician recursos valiosos.
Los productos alimenticios pueden contaminarse en cualquier punto de la línea de producción. También es posible que las materias primas ya lleguen contaminadas a los procesos de fabricación. Sin controles tempranos, un alimento contaminado podría pasar inadvertido por todo el proceso de producción antes del control final. El resultado: no solo se pierde el alimento contaminado, sino también todo el valor agregado (energía, ingredientes, recursos) invertido en su procesamiento.
La clave para alimentos puros es un concepto bien pensado y de múltiples etapas para la detección temprana de contaminantes en todos los puntos críticos de control del proceso de producción. Al examinar los alimentos en varios puntos de control a lo largo de la línea de producción, se obtienen beneficios significativos tanto para las empresas como para el medio ambiente. Integrando tecnologías avanzadas de detección en puntos estratégicos del procesamiento, como después de procesos mecánicos como la molienda, se identifican y eliminan los contaminantes en su origen. Así, no se invierten recursos valiosos en productos que luego serán destruidos. También se previene la contaminación de otros productos del lote. Además, se obtienen datos precisos para la trazabilidad de productos contaminados.
2. Evitar el desperdicio de alimentos causado por retiradas de productos
Las retiradas de alimentos están aumentando a nivel mundial. Solo en Alemania, el número de retiradas de alimentos se ha más que duplicado entre 2012 y 2019. Las retiradas son esenciales para evitar enfermedades o lesiones por alimentos contaminados. Sin embargo, en términos de desperdicio de alimentos, las retiradas son a menudo preocupantes, ya que no solo afectan a los productos contaminados.
Por lo general, todos los alimentos de un lote afectado son desechados. Basta con un solo producto contaminado en el mercado para que miles de kilogramos de alimentos puros y comestibles sean destruidos.
Es un hecho que ningún fabricante de alimentos desea retirar sus productos. Independientemente de los recursos desperdiciados y los costos asociados con las retiradas, estas también dañan la reputación de una empresa.
Las tecnologías de inspección confiables para la seguridad alimentaria ofrecen una solución. Protegen a los consumidores de lesiones, reducen la cantidad de desperdicio de alimentos y protegen a las empresas de una percepción pública negativa.
3. Minimizar las eliminaciones erróneas debido a efectos del producto
Un desafío para la identificación confiable de contaminantes metálicos es el llamado "efecto del producto". Algunos alimentos como pescado fresco, carne o productos lácteos tienen un contenido de humedad y sal que genera cierta conductividad eléctrica. Esto puede hacer que los detectores de metales identifiquen una posible contaminación incluso en alimentos sin defectos.
Los estándares internacionales de seguridad alimentaria exigen que cualquier producto alimenticio potencialmente contaminado sea retirado de la producción. No importa si esta eliminación se debe realmente a una contaminación o simplemente al efecto del producto. Los detectores de metales que no están correctamente ajustados para el efecto del producto (compensación del efecto del producto) fomentan eliminaciones erróneas y, por lo tanto, el desperdicio de alimentos.
Detectores de metales innovadores ya utilizan inteligencia artificial para productos "difíciles" como carne, pescado y lácteos, que generan fuertes efectos, y pueden casi eliminar el efecto del producto. Con este nuevo método basado en IA, se puede reducir el desperdicio de alimentos y al mismo tiempo mejorar el rendimiento de detección.
En ciertas aplicaciones, la tecnología de rayos X también puede ser una buena alternativa para prevenir el desperdicio de alimentos debido a eliminaciones erróneas causadas por el efecto del producto.
Conclusión
Para minimizar de manera sostenible el desperdicio de alimentos, todos los involucrados en la cadena de valor deben tomar medidas dentro de sus posibilidades. Los incentivos financieros y éticos para reducir los desechos industriales de alimentos pueden entrar en conflicto con las precauciones para mantener la seguridad alimentaria. Aquí es donde las tecnologías de inspección innovadoras y precisas son clave para cumplir ambos objetivos: por un lado, protegen de manera confiable la salud de los consumidores, y por otro, evitan el desperdicio de grandes cantidades de alimentos y recursos valiosos.