Mejorar la sostenibilidad de los sistemas alimentarios globales es, sin duda, uno de los desafíos más urgentes que enfrentamos a nivel mundial. A pesar de los grandes avances en la producción y distribución de alimentos, aún queda mucho por hacer para garantizar un suministro sostenible y económicamente viable para la población mundial.
Este artículo examina el impacto que tiene la contaminación o el desperdicio de alimentos en los procesos de producción sobre la seguridad del consumidor y la producción, así como en el crecimiento económico. Se destaca el papel de las innovaciones tecnológicas en la solución de estos problemas y se ofrece un breve resumen de los desarrollos recientes en la detección de cuerpos extraños. Estos avances basados en la ciencia ya están transformando nuestra sociedad hacia sistemas alimentarios sostenibles y eficientes. En otras palabras, el cambio tecnológico fundamentado en la ciencia es la fuerza impulsora que comienza a liderar los esfuerzos para aumentar la productividad y minimizar el desperdicio en el procesamiento de alimentos.
¿Qué significa la sostenibilidad en los alimentos?
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) define la sostenibilidad alimentaria como "la idea de que algo (como la agricultura, la pesca o la preparación de alimentos) se realiza de manera que no desperdicia nuestros recursos naturales y puede continuar en el futuro sin dañar nuestro entorno o salud". Para ser sostenible, la producción de alimentos también debe ser económicamente viable y rentable, permitiendo que agricultores y trabajadores a lo largo de la cadena de suministro puedan ganarse la vida, mientras los consumidores tienen acceso a una selección de alimentos asequibles.
¿Por qué la sostenibilidad es más crucial que nunca en la industria alimentaria?
Las condiciones globales actuales hacen que la sostenibilidad en la industria alimentaria sea más relevante que nunca. Una población mundial en crecimiento, junto con una cantidad finita de recursos, precios en aumento y la necesidad urgente de sistemas de aseguramiento de calidad, presentan nuevos desafíos para alimentar a la población mundial mientras se preservan el medio ambiente y los recursos para las generaciones futuras.
Otro obstáculo para un suministro alimentario sostenible es la enorme cantidad de desperdicio de alimentos que aún prevalece en nuestra sociedad. Un ejemplo típico: según un estudio, aproximadamente un tercio de todos los alimentos a nivel mundial termina en vertederos en el camino del campo al consumidor, a pesar de que, según las Naciones Unidas, casi el nueve por ciento de la población mundial pasa hambre. Sin duda, podemos hacerlo mejor, especialmente porque el rápido crecimiento de la población mundial en los próximos 30 años requerirá un aumento del 70 % en la producción de alimentos.
Datos de Alemania muestran que los retiros del mercado debido a contaminaciones por cuerpos extraños están aumentando, y un estudio de Estados Unidos identifica el metal, plástico y vidrio en alimentos como la principal causa de retiros, lo que provoca pérdidas económicas directas de millones y daños inmensos a las marcas empresariales.
Las innovaciones tecnológicas son una parte crucial de la solución a los desafíos mencionados, ya que los esfuerzos para mejorar la detección de cuerpos extraños son esenciales para reducir los retiros y evitar el desperdicio. Afortunadamente, la industria alimentaria, como veremos a continuación, ha logrado avances significativos en el desarrollo de tecnologías innovadoras para la detección de contaminaciones e inspección, que contribuyen a llevar al mundo hacia una producción alimentaria más sostenible.
Seguridad alimentaria: Los desafíos del siglo XXI
Como se mencionó anteriormente, el crecimiento constante de la población mundial requerirá un aumento significativo en la producción de alimentos en las próximas décadas de este siglo. Para lograrlo y combatir el hambre en nuestro mundo, es esencial que una mayor productividad vaya de la mano con la reducción del desperdicio.
Aunque la seguridad alimentaria ha mejorado indudablemente en el último siglo, aún estamos lejos de alcanzar la meta. Como se mencionó anteriormente, los procesos modernos de producción y envasado han traído consigo una serie de desafíos, especialmente aquellos causados por la presencia de cuerpos extraños como plásticos, metales, vidrio y fragmentos de hueso en nuestros alimentos.
La contaminación por cuerpos extraños tiene graves consecuencias para el bienestar de las personas y representa enormes desafíos para los fabricantes de alimentos, quienes requieren innovaciones tecnológicas constantes para evitar daños a la marca y la reputación. Un buen ejemplo de este problema fue el retiro de un popular chocolate hace algunos años, después de que la tecnología obsoleta de detección de contaminantes confundiera plástico con la sustancia de caramelo del chocolate, lo que llevó al retiro y eliminación de todo el lote de chocolates en 55 países en todo el mundo.
Todo esto subraya la necesidad de una transición hacia la sostenibilidad en la producción de alimentos y el desarrollo continuo de tecnologías para garantizar que nuestro suministro de alimentos sea tanto suficiente como consistentemente libre de cuerpos extraños. Una alta productividad no está reñida con la seguridad alimentaria.
Innovaciones constantes marcan la diferencia en sostenibilidad
Aunque la política es clave en los esfuerzos por asegurar nuestra cadena de suministro alimentario, los avances tecnológicos revolucionarios han sido durante mucho tiempo el motor impulsor. El uso de tecnologías de inspección para detectar cuerpos extraños en los alimentos y los avances en la trazabilidad permiten seguir el recorrido de un alimento a lo largo de toda la cadena de suministro y en cada etapa de producción. La detección moderna de cuerpos extraños ayuda a identificar contaminaciones de manera temprana y a evitar retiradas de productos, lo que automáticamente se traduce en mayor sostenibilidad gracias a la reducción de pérdidas alimentarias y una producción más rentable.
En una era de avances tecnológicos constantes en todos los ámbitos, la industria alimentaria ha ampliado en los últimos años su cuota de innovaciones clave que han revolucionado la detección de cuerpos extraños en nuestra cadena alimentaria. Por ejemplo, el uso de inteligencia artificial ha permitido grandes avances en la detección de metales en alimentos con alto efecto producto (conductividad intrínseca), superando las capacidades de los detectores de metales convencionales.
Además, los equipos de rayos X de nueva generación contribuyen significativamente a la seguridad alimentaria y, por ende, a la sostenibilidad, al detectar una amplia gama de cuerpos extraños como vidrio, piedras y huesos.
En general, estos desarrollos tecnológicos en la industria se alinean con principios que combinan una capacidad de detección de contaminantes significativamente mejorada con características que aumentan la facilidad de uso y la productividad. Ejemplos de esto son el uso de componentes muy robustos en un diseño higiénico que ofrece menos superficies para la acumulación de suciedad. Además, los dispositivos de detección de cuerpos extraños de alta gama son cada vez más fáciles de operar y se acompañan de mantenimiento altamente eficiente y asesoramiento experto para la instalación, ajuste y estado del sistema de detección, así como de medidas confiables para reparaciones cuando sea necesario.
En conclusión, aunque aún existen desafíos para garantizar una seguridad alimentaria aún mayor, con el equipo adecuado, cualquier fabricante puede cumplir de manera eficiente con todos los estándares y requisitos actuales para un procesamiento de alimentos seguro y sostenible.